A diferencia de lo que muchos piensan, estoy convencido de que los escritores no somos lo que escribimos, sino más bien lo que leemos y pensamos. Es por ello que esta metodología grupal (tanto presencial como virtual) tiende a trabajar la creación, el análisis y la revisión de los procesos creativos de cada uno de los participantes.
La escritura es una consecuencia
A partir de la experiencia, tanto de escritor como de coach literario, comprendí que la escritura se presenta -en la mayoría de los casos- como una consecuencia. Es por ello que resulta fundamental estimular tanto el trabajo creativo como el proceso de escritura en todas sus etapas (previo al acto de escribir, durante la producción del texto, como en la parte de revisión y en la posterior edición).
El mentoring grupal invita a repensar el acto creativo
Entonces, los mentoring grupales tienen como objetivo invitar a pensar y repensar el acto creativo y trabajar las letras. En cada encuentro se trabaja tanto en las producciones individuales como grupales, por medio de propuestas de taller, de ideas o conceptos disparadores, ya sean propuestos tanto por mí como por el grupo. Cada encuentro tiene ejes temáticos (es decir, invitaciones al diálogo y a la reflexión) y de producción.
La idea es no sólo vincularnos con los textos desde su escritura, sino también hacerla propia de la mano de pensamientos y reflexiones grupales e individuales, teniendo como idea rectora que «el escritor es más lo que lee y piensa que lo que escribe”.
No es necesario tener experiencia previa en la escritura. El proceso creativo grupal y el método de Mentoring invita a que todos crezcan.
«Aprendí a reconocer los versos fuertes y a maridarlos entre sí. Antes escribía por impulsos. Hoy entiendo que el proceso de escritura tiene varias etapas y que una de ellas es la de la interpelación.»
Aldo Fernández
«Este espacio me ayudó a encontrarme con una voz poética. Logré comenzar a trabajar en la síntesis, sacando las palabras que estaban de más. Pude enfocarme en lo que necesitan los textos. Además, logré resignificar el proceso creativo y le doy más tiempo al nacimiento de los textos».
Yésica Bernardou
«Es una experiencia triple C: cultural, colectiva, colaborativa.
«Adquirí herramientas de pensamiento. Me sirven para reflexionar no sólo en lo que quiero decir, sino también en cómo decirlo.
«Me resultó muy fructífero: a nivel personal, tener en cuenta la importancia de un otro; respecto a lo literario, siento que adquirí una voz».
Carolina Bregy
Soy poeta, escritor, coach literario y mentor literario. Trabajé como periodista en la redacción del diario La Nación de la Argentina durante 27 años. Vivo en Buenos Aires, ciudad donde nací. Me recibí de coach ontológico (en la escuela Argentina de Coaching Ontológico), en 2016, y adapté esta actividad a las diferentes expresiones artísticas. Desde entonces, trabajo con escritores (poetas, cuentistas, novelistas y guionistas), compositores, artistas plásticos y actores.
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