Las figuras literarias y la musicalidad del poema

Las figuras literarias y la musicalidad del poema fue el tema central del tercer encuentro del Mentoring Grupal Virtual «Poesía en 4 pasos». El ritmo y la metaforización son dos cosas que caracterizan o distinguen a la poesía entre el resto de los otros géneros de esta rama del arte. Para ello, les poetas (la elección de las palabras, siempre, son un acto político) se sirven de una gran cantidad de herramientas formales e informales.

Sabido es que les artistas para trabajar la musicalidad o la melodía de sus obras poéticas se basan en una gran variedad de recursos literarios que logran imprimirle al texto mayor velocidad o fuerza o, de ser necesario, buscan hacer uso de las pausas (dadas por los signos de puntación, saltos versales o algunos recursos determinados literarios).

En esta oportunidad, analizaremos las posibilidades que nos pueden llegar a aportar el uso de algunas figuras literarias. Conocer su existencia y contar con modelos apropiados de su uso nos permitirán tener un mayor arsenal a la hora de elaborar el hilvanar la trama rítmica del poema.

Ritmo y musicalidad

Uno de los grandes temas de la poesía es el ritmo y la musicalidad. Ellos son los que le permiten a este género diferenciarse del resto de los integrantes de la familia literaria. Si tuviésemos que tratar de ensayar una definición rápida sobre musicalidad en la poesía, podríamos afirmar que los grandes responsables de ella son los acentos, los cuales marcan la melodía o la estructura sonora del texto.

En todas las áreas de la vida existe el ritmo. Hay ritmo empezando desde la respiración, pasando por el caminar, el hablar. Todo tiene un ritmo, propio y singular.  ¿Cómo, entonces, la poesía podría llegar a prescindir de él?

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es 10-1024x149.png

Qué es el ritmo

Ahora, bien, ¿qué es el ritmo? El ritmo es la organización en el tiempo de pulsos y acentos.
Aquí aparece otra palabra: pulso. Resulta vital definir, para seguir construyendo juntos el concepto de ritmo, qué es el pulso. Es una serie de pulsaciones que se repiten de manera constante y que sirven para medir el tiempo. 

Si tuviésemos que hacer una analogía entre la música y la poesía, podría decirse que la estructura gramatical de los versos es comparable con las denominadas pulsaciones musicales. 


Para Nicanor Parra “la poesía es la prosa que se mueve (léase baila)». Ésta debe tener ritmo (y por ende, debe contar con pulsos -una estructura que se repite- y acentos) y compás. 

El gran trabajo del poeta -en cada texto- es, quizás, encontrar la musicalidad del poema que estará compuesta por un patrón rítmico, el cual -en el caso de los poemas extensos- deberá cambiar para lograr tanto la atención como el asombro de quien se enfrenta a la obra.

Los recursos que tienen los/las y les poetas para trabajar el ritmo son todas aquellas herramientas que le aporten al texto velocidad y pausa. Con ellas el artista deberá dar forma a diferentes patrones rítmicos y estructuras poético/musicales (tanto en la poesía clásica como moderna (léase versos rimados o libres).

Sin dudas, uno de los grandes protagonistas de los poemas es el silencio. Éste antecede y sucede a todo poema. Es más, algunos autores afirman que el poema viene a poner palabras al silencio.

Para trabajar el silencio, el poeta cuenta con herramientas formales e informales. Las primeras están dotadas de conocidos nombres, mientras que las restantes y las restantes -en ocasiones- nacen de las ganas y de la audacia lúdica de cada autor.

Las pausas convenciones llegan de la mano de los signos de puntuación (los cuales en la poesía actúan -en ocasiones- de manera diferente que en la narrativa) y de los saltos versales, la construcción de las estrofas (agrupamientos de versos) y de la utilización de la «geolocalización» del verso en el territorio a conquistar, el cual llamaré territorio literario u hoja en blanco.

Ésta es un territorio físico a trabajar por el poeta -no es lo mismo comenzar un verso en el margen que en la mitad de la página, cada espacio crea un alto en el ritmo, es decir, una pausa nueva-).

Este juego invita, en ocasiones -y según los estilos o los gustos- a reemplazar algunos signos de puntuación y/o complementarlos con la utilización de los saltos versales (corte de los versos), los saltos estrofales (corte de estrofas) y/o las ubicaciones geográficas en la página, etc.

La estructura rítmica del poema

Pero aquí nace una pregunta: ¿para hacer poesía alcanza con las estructuras? La respuesta es no. Este género para no caer en la monotonía requiere de variaciones. El poeta debe intentar lograr construir un ritmo del texto, el cual una vez conseguido debe ser interpelado, roto o intervenido por otro distinto. 

A los recursos ya sitados (signos de puntuación, saltos versales -el corte de los versos-, construcción de estrofas y el uso de la goegrafía de la página -la ubicación que se le da a los versos en el ancho de la página-) hay que sumarle los recursos literarios, los cuales se dividen en recursos léxicos-semánticos (juegan con el significado de las palabras), recursos fónicos (trabajan con el sonido de los vocablos) y los recursos gramaticales (juegan con el orden de las palabras en la oración).
.

En este artículo repararemos en algunos de los recursos literarios que le aportan mayor dinamismo o ritmo al poema.

Recursos literarios que colaboran con la musicalidad del poema

Aliteración (Recurso fónico)

La aliteración consiste en la reiteración de sonidos semejantes en palabras cercanas. En ocasiones, la repetición sonora tiene efectos sobre el significado. Así, en el verso El ala aleve del leve abanico (Rubén Darío, “Era un aire suave…”), la repetición del sonido de la l y de leve, evoca la ligereza del ala.

  • En un trigal, tres tristes tigres comen trigo.
  • En el silencio solo se escuchaba
    un susurro de abejas que sonaba.
    (Garcilaso de la Vega, “Égloga III”)
  • «Yo los conozco, son ocho los monos:
    Pocho, Toto, Cholo, Tom
    Moncho, Rodolfo, Otto, Pololo
    Yo pongo los votos sólo por Rodolfo
    Los otros son locos, yo los conozco, no los soporto
    Stop. Stop …”
    León Gieco «Los orozco»

La aliteración se combina muchas veces con otras figuras literarias. Una de ellas es la onomatopeya, en la que mediante la repetición se busca imitar un sonido determinado.

  • Por ejemplo: En el silencio se escuchaba, / un susurro de abejas que sonaba
    (Garcilaso de la Vega, “Égloga III”)
    La repetición de la /s/ imita el sonido de las abejas.

Otras figuras literarias con las que se combina la aliteración son la paronomasia (el uso de palabras con sonido semejante) y el políptoton (el empleo de palabras de una misma familia).

Por ejemplo:
«vienen bien las viandas (paronomasia); en la mesita junto a la mesada hay una foto de la mesa que compré (políptoton)».

Para lograr un buen trabalenguas es preciso hacer uso de:
ALITERACIÓN + POLIPTOTÓN + PARANOMASIA 

Anáfora (Recurso gramatical)

La anáfora es la repetición de una o más palabras al comienzo de un verso o una frase.

Ejemplo I:

  • Cae
    Cae eternamente
    Cae al fondo del infinito
    Cae al fondo del tiempo
    Cae al fondo de ti mismo
    Cae lo más bajo que se pueda caer
    Cae sin vértigo.

    (Vicente Huidobro, “Altazor”)

Ejemplo II:

  • «Temprano levantó la muerte el vuelo,
    temprano madrugó la madrugada,
    temprano estás rodando por el suelo.»


    (Miguel Hernández, “Elegía a Ramón Sijé”)

Ejemplo III:

  • «Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar;
    hay una calle próxima que está vedada a mis pasos,
    hay un espejo que me ha visto por última vez,
    hay una puerta que he cerrado hasta el fin del mundo.«

    (Jorge Luis Borges, “Límites”)


La poesía es un ejercicio cotidiano que no se elige, se practica y con la práctica crece. La poesía quizá sea el gesto que define, como sugiere Bolaños, la vida del escritor y sus letras. 




Hipérbaton (Recurso gramatical)

Éste, a mi entender, es el recurso poético por excelencia. Esta figura consiste en la alteración del orden sintáctico habitual de las palabras en una frase.

Ejemplo I.

  • «Nocturno el lobo de las sombras nace «
    (Luis de Góngora, “Fábula de Polifemo y Galatea”).

El adjetivo nocturno se coloca antes de lobo, que es el sustantivo al que modifica, y el complemento de las sombras delante de nace, que es el verbo. El orden usual de la frase sería: El lobo nocturno nace de las sombras.

Ejemplo II.  

  • A Dios gracias.
    (Gracias a Dios).

    Más allá de que el juego que propone el hipérbaton es un gesto un desafío a la lógica gramatical y, por tal, una subversión al orden común. Allí, en ese desafío, entiendo, anida la poesía.

Metonimia

La metonimia consiste en designar una cosa con el nombre de otra, con la que existe alguna relación de contigüidad causal, espacial o temporal.

Ejemplos:

  • El efecto por la causa (o viceversa):
    Apaguen el ruido (por una máquina (o un ser) que causa el ruido).
  • La causa por el efecto:
    El sol quemó la planta (por el calor del sol).
  • El continente por el contenido:
    Comí un rico plato (por una porción de comida contenida en un plato).
  • El instrumento por la persona que lo usa:
    Qué bien suena el bajo (por el bajista, es decir, la persona que toca el bajo en una banda).
  • El autor por la obra:
    Debes leer a Virgilio (por las obras escritas por Virgilio).
Parte del material de este posteo sobre los recursos literarios que colaboran con la musicalidad del poema formó parte de la charla de la ponencia "El poema es una danza", correspondiente a la tercera feria virtual del libro de los Estados Unidos, que se realizó el 29 de marzo. 

En ella se mencionaron algunos recursos literarios que colaboran con la musicalidad de los textos poéticos.

Sinécdoque

Éste recurso consiste en designar la parte por el todo (o al revés), lo particular por lo general (o viceversa), el singular por el plural y el género por la especie (o a la inversa). En ocasiones pueden algunas sinécdoque ser consideradas un tipo de metonimia. En ambos casos existe una relación de continuidad entre dos conceptos.

Ejemplos:

La parte por el todo:
Dividamos la comida por cabezas (por personas o comensales).

El todo por la parte:
El país lloró  (por los ciudadanos -¿todos? ¿Nadie fue indiferente?-).

El género por la especie:
Ahí no vive ningún mortal (por ser humano -¿Los animales, las plantas, no son mortales?-).

La especie por el género:
El profesional no atiende los martes (por el contador -¿Y los médicos, los escribanos no son profesionales, atienden los martes?-).

Entrá acá para conocer los testimonios de aquellos que iniciaron procesos literarios y artísticos con Leandro Murciego


Asíndeton

Es la omisión deliberada de los nexos que coordinan dos o más proposiciones. Se utiliza en especial en enumeraciones o en las acumulaciones. La figura opuesta al asíndeton es el polisíndeton.

Ejemplo I.

  • Llamas, dolores, guerras,
    muertes, asolamientos, fieros males.
    (Fray Luis de León, “Oda VII”)

Ejemplo II.

  • Atrás quedan los días con lagos, nieves, renos,
    con volcanes adustos, con selvas hechizadas
    (Vicente Gerbasi, “Canto I”)

Polisíndeton

Consiste en la repetición de nexos coordinantes en cada uno de los elementos de una enumeración. Es la figura opuesta al asíndeton.

El uso uso repetido de conjunciones en un texto que propone el polisíndeton le aporta fuerza  o refuerza un poema o algún trabajo narrativo. De alguna manera la utilización de este recurso puede convertirse en el golpe yámbico para el texto.

Ejemplos:

  • “avanza y levanta espumas, y salta y confía.”
  • Soy un fue un será un es cansado.
    En el hoy mañana ayer junto
    pañales mortaja he quedado
    presentes sucesiones de difunto.
    (Francisco de Quevedo, “¡Ah de la vida!”)


Dos manos sobre una máquina de escribir ilustran los Servicios literarios para escritores que se ofrecen en Apalabrarte.  
(https://apalabrarte.com.ar/servicios-literarios/)


Conocé los Servicios Literarios para escritores de Apalabarte (hacé clic acá)


Oxímoron

Éste recurso, junto con la paradoja y el hipérbaton, son poesía en estado puro. El oxímoron es la unión de dos palabras o frases de significado opuesto de manera contigua. De esta forma, esta nueva construcción propone un nuevo y original sentido que confronta la lógica conocida.

En la mayoría de los casos esta figura está formada por un sustantivo y un adjetivo.

Ejemplo I.
Es hielo abrasador, es fuego helado 
(Francisco de Quevedo, “Es hielo abrasador, es fuego helado”)
Se asocian objetos a sensaciones opuestas (hielo abrasadorfuego helado en vez de hielo helado fuego abrasador).

Ejemplo II.
«El grito callado»
En el primer caso, son dos palabras que parecen estar en contraposción, pero que unidas dan forma a un reclamo no dicho o silenciado por opción o imposición.

Onomatopeya

Se trata de una expresión o palabra que su sonido simula o busca imitar la acción o el sonido de un animal o de un objeto. El idioma inglés tiene muchas más palabras que el español que refieren a los sonidos de las acciones que representan (cough -toser- o sneeze -estornudar-). Aunque el español tiene menos ejemplos que la lengua de Shakespeare.

tictac (emula el sonido del reloj).
rugido (vocablo que simula el rugido del león).

Retuécano

El retruécano consiste en la contraposición entre dos frases formadas por las mismas palabras, pero con el orden invertido en la segunda, de manera que esta forma una antítesis o contraste con la primera. A veces, se considera un tipo de quiasmo (repetición cruzada de palabras o estructuras sintácticas).

  • Cuando quiero llorar, no lloro
    y a veces lloro sin querer
    (Rubén Darío, “Canción de otoño en primavera”)

Elipsis

Ésta consiste en la omisión de plabras o de expresiones, las cuales se puden inferir por el contexto.

Quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar
ir al sol por la escala luminosa de un rayo.

(Rubén Darío, “La princesa está triste”)

En el segundo y tercer verso, se omite dos veces el verbo quiere ([quiere]tener alas ligeras, bajo el cielo volar / [quiereir al sol por la escala luminosa de un rayo).

Paranomasia

Es el empleo en una misma frase de palabras con sonidos parecidos, pero distinto significado (es decir, parónimos).

Ejemplos:

  • De regreso de la cacería
    llegó al caserío.
  • El erizo se irisa, se eriza, se riza de risa(Octavio Paz, “Trabajos del poeta, V»)

Anadiplosis

La anadiplosis consiste en la repetición de una palabra al final de un verso o una frase y al comienzo del verso o la frase siguiente.

  • Todo pasa y todo queda,
    pero lo nuestro es pasar
    pasar haciendo caminos
    caminos sobre la mar.
    (Antonio Machado, Proverbios y cantares, XLIV)

Concatenación

La concatenación es el empleo de manera progresiva de la anadiplosis (repetición de una palabra al final de un verso o una frase y al comienzo del verso o la frase siguiente). Se considera una forma de gradación (ordenación de los conceptos de manera tal que indiquen algún tipo de progresión).

  • La plaza tiene una torre,
    la torre tiene un balcón,
    el balcón tiene una dama,
    la dama una blanca flor.
    (Antonio Machado, “La plaza tiene una torre”)
  • El chamariz en el chopo.
    —¿Y qué más?
    El chopo en el cielo azul.
    —¿Y qué más?
    —El cielo azul en el agua.
    —¿Y qué más?
    —El agua en la hojita nueva.
    —¿Y qué más?
    —La hojita nueva en la rosa.
    —¿Y qué más?
    La rosa en mi corazón.
    —¿Y qué más?
    ¡Mi corazón en el tuyo!
    (Juan Ramón Jiménez, “Juego”)


Tmesis

La tmesis consiste en la separación de una palabra, intercalando otra entre las dos partes, o bien ubicando una parte al final de un verso y otra al comienzo del siguiente.

  • La jeri aprenderá gonza siguiente (Quevedo, “Receta para hacer soledades en un día”)
    Entre la segunda y tercera sílaba de jerigonza se intercala aprenderá.
  • Asno blanco, verde y ama- / rillo de parras de otoño. (Juan Ramón Jiménez, El valle, IX)
    Las dos primeras sílabas de amarillo ocupan el final del primer verso y las dos últimas el comienzo del segundo ver
Leandro Murciego
Escritor, periodista y coach literario

Si te interesa saber más sobre el acto poético u otros temas vinculados con el proceso de escritura, dejame un mensaje. Me dedico a trabajar procesos creativos de novelistas, cuentistas, poetas, ensayistas, etc, crear o reformular metodologías de trabajo, y hábitos de escritura, entre otras cosas. Escribrime aquí, te espero.


Suscribite.

Formá parte de la Comunidad Apalabrarte
y obtené descuentos y beneficios en procesos literarios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Orgullosamente ofrecido por WordPress | Tema: Baskerville 2 por Anders Noren.

Subir ↑