Un sistema educativo tan antiguo como revolucionario. Descubrí el por qué de su vigencia.
El mentoring -a diferencia de lo que muchos imaginan- no es algo nuevo ni un método revolucionario que llegó de la mano de las nuevas generaciones. Muy por el contrario. Este sistema de aprendizaje es casi tan viejo como el mundo. Era el que utilizaba el hombre de las cavernas para transmitir los conocimientos a sus hijos. Aunque quien lo puso en palabras por primera vez fue Homero en su poema épico La Odisea.
El primer mentor
Cuando Ulises, rey de Itaca, partió para participar en la guerra de Troya encomendó a su amigo, Mentor, la educación de su hijo Telémaco. La responsabilidad de Mentor era la de educar, entrenar y desarrollar al pequeño príncipe heredero con el objetivo de que pudiera convertirse en el futuro rey. Para lograr tal fin, Mentor y Telémaco emprendieron un viaje en el que el primero le ofrecía sus conocimientos y experiencias al pequeño. El recorrido, que los llevó por toda Grecia, vinculó al aprendiz y al guía estableciendo una relación de gran confianza que se convirtió en el pilar de ese proceso de aprendizaje.
¿Qué es un mentor?
Con el tiempo, la palabra mentor sirvió para designar a la persona que, a partir de una relación de confianza, se ocupaba de la guía, consejo y enseñanza de otra -generalmente más joven o inexperta- en determinadas cuestiones. Hoy, este concepto se vincula con el desarrollo de otra persona como resultado del vínculo o contacto personal, ofreciendo sus conocimientos, perspectivas, visión de futuro y consejos. Todo lo adquirido o desarrollado se obtiene a través de un proceso cuya base es pragmática.
«Los griegos basaban esta relación en el principio humano de supervivencia. Los humanos aprendemos habilidades, cultura y valores a partir de otras personas a quienes respetamos o admiramos».
Adriana Carel, fragmento de su libro «Mentoring, aprendiendo de nuestra gente».
¿Qué es el mentoring literario?
Es un servicio de asesoría personalizada (uno a uno) -cuyo formato es virtual-en la que un escritor/coach comparte conocimientos, habilidades, experiencias, aprendizajes, ofrece consejos y guía con el objetivo de solucionar los problemas que puedan surgir en el proceso de formación de un artista o de una obra.
¿Qué se puede trabajar con el mentoring literario?
Por medio de este proceso se puede trabajar desde la formación de una voz literaria hasta el cambio de ella; la adquisición de una dinámica creativa o de una metodología de producción, la corrección y autoedición literaria. Se pueden sumar herramientas y recursos. También, proyectar, desarrollar u organizar el trabajo artístico vinculado con la creación de nuevas obras, pasando por la resolución de conflictos en distintas etapas.
¿Para qué sirve un mentor literario?
Hay muchos autores o principiantes en el arte de la escritura que piensan que el proceso artístico es algo íntimo y que demanda aislamiento y una alta cuota de recelo. El temor al robo de la obra o al plagio hace que muchos autores encaren el proceso creativo en el más absoluto ostracismo. Pero los seres humanos somos seres sociales y, como tal, todo lo que hagamos tiene que ver no sólo con un contexto social, cultural, histórico, político y económico determinados, sino también con la existencia de otros (llámense lectores, pares o mentores).
El escritor requiere -siempre- de la mirada de un otro para lograr contrastar su realidad, su visión del mundo y, de esta forma, poder confrontar su universo creativo. No hay obra -ni la mejor- que no se enriquezca con otro/s. Es aquí donde resulta vital la existencia de un mentor o guía que invite a la reflexión, que proponga diversas miradas y que motive a la exploración y utilización de nuevas herramientas literarias.
Un mentor para sumar experiencia
Aún más necesaria es la presencia de un mentor para aquellos que se inician en el complejo y extenso camino de las letras. Él se convertirá en el guía del escritor-mentee. El mentor -un escritor experimentado- debe indagar (para identificar cuáles son las inquietudes, preocupaciones, objetivos y metas literarias), escuchar, aconsejar, organizar, guiar y producir feedback. Además, buscará maximizar el potencial del mentee, desarrollando sus competencias, mejorando su rendimiento, generando rutinas de trabajo y ayudándole a progresar en su formación literaria.
¿Cómo se logra?
El mentor crea una relación de gran confianza (tanto humana como artística) que contribuye con el desarrollo del escritor-mentee. Y, por medio de una serie de técnicas y herramientas determinadas, busca el enfoque y la claridad de las ideas del mentee (artista).
««Gracias a este proceso construí una voz más segura y potente. Logré sacar todas las palabras que estaban de más. Hoy mis textos son más concretos.
«El trabajo me ayudó para animarme a dar pasos a proyectos que antes o me parecían inalcanzables o me daban miedo.
«Este recorrido literario me permitió romper con algunos mandatos y prejuicios, que se tradujeron en un empoderamiento que excedió el ámbito literario».
Alicia Giuliani
Es periodista y editora. Tras el proceso de Mentoring logró publicar su primer poemario: Bizarrías. Actualmente, está escribiendo una novelle y un nuevo libro de poesías.
«Cuando comencé mi poesía era rudimentaria. No reparaba en el exceso de palabras que debilitaban mis versos. Tampoco trabajaba los títulos (eran un compromiso).
«Hoy soy más puntual y tengo versos más cortos y afilados. Abandoné la métrica y reparo mucho más en el contenido. Comencé a pensar en mi lector. Esto potenció mi obra, la hizo más precisa y contundente. No sólo mejoré mis letras, sino que, además, veo y trabajo conflictos personales que brotan por medio de ellas. Recomiendo el trabajo»
Mabel Grigera
Autora independiente. Sus textos (poemas y cuentos) forman parte de varias antologías en Buenos Aires, La Plata y Uruguay.
Soy poeta, escritor, coach literario y mentor literario. Trabajé como periodista en la redacción del diario La Nación de la Argentina durante 27 años. Vivo en Buenos Aires, ciudad donde nací. Me recibí de coach ontológico (en la escuela Argentina de Coaching Ontológico), en 2016, y adapté esta actividad a las diferentes expresiones artísticas. Desde entonces, trabajo con escritores (poetas, cuentistas, novelistas y guionistas), compositores, artistas plásticos y actores.